Cursos de limpieza e higiene sanitaria

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Mantener hábitos de limpieza diaria como bañarse o lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño, o antes de cocinar y comer, puede ayudar a evitar enfermedades como la diarrea o el cólera. Esta práctica ha demostrado reducir el índice de otros padecimientos como la neumonía, la influenza o infecciones de la piel y los ojos, entre otras.

 

El agua juega un papel fundamental pues es bien sabido que sin ella no hay higiene. Lamentablemente, la contaminación y las prácticas antihigiénicas para su uso causan año con año millones de muertes, sobre todo en comunidades en vías de desarrollo.

 

¿Qué medidas necesitamos tomar?

Es importante pensar en cada parte de nuestro cuerpo de manera separada, cuando se trata de higiene. Las acciones básicas que todos debemos llevar a cabo son:

 

  1. Cepillarse los dientes por lo menos dos veces al día.

 

  1. Tomar un baño diario, especialmente si vivimos en una ciudad donde la contaminación y la humedad hacen que el cuerpo sea un imán para las bacterias.

 

  1. Cambiar nuestra ropa interior todos los días y lavarla bien.

 

  1. Lavar las manos tanto como sea posible.

 

  1. El cuidado de nuestro entorno:

 

Los gérmenes pueden propagarse en nuestro hogar, sobre todo en lugares donde hay temperaturas muy altas y considerables índices de humedad.

 

Prácticamente cualquier objeto puede estar expuesto al desarrollo de bacterias nocivas para la salud, por ello es necesario cuidar la limpieza de toda la casa, poniendo atención especial en dos lugares que detallamos

 

 

La cocina:

Al ser el espacio donde preparamos nuestros alimentos, debemos garantizar las condiciones de saneamiento necesarias para evitar contagiarnos de alguna enfermedad. Hay ciertos elementos potencialmente riesgosos en esta zona, como el fregadero, donde se llega a acumular mucha humedad, los utensilios de limpieza como trapos y esponjas, la superficie donde se prepara la comida y los sitios donde almacenamos los alimentos, tales como el refrigerador y la alacena.

 

El baño:

Es el espacio donde cuidamos nuestra higiene personal y atenemos nuestras necesidades fisiológicas básicas. Aquí el calor y la humedad favorecen el desarrollo de bacterias, por lo tanto, desinfectar constantemente y mantener una buena ventilación que permita que la humedad se evapore y el aire se renueve es imprescindible.

 

Todos merecemos gozar de condiciones de vida adecuadas y una salud óptima. Procurar una buena higiene a nivel personal y social es una parte del derecho fundamental a la dignidad humana, que todas las personas tienen.

 

La higiene se puede llevar a cabo en pequeñas acciones como lavarse las manos varias veces por día y en momentos específicos, bañarse de manera seguida, utilizar ropa cómoda y fresca, cepillarse los dientes luego de cada comida y, también, mantener los ambientes frescos, ventilados y limpios. Todos estos pequeños actos y muchos otros contribuyen a elevar la calidad de vida de las personas e influyen directamente en el mantenimiento de un buen estado de salud que limita mucho más la presencia de posibles enfermedades o problemas de salud.

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